No hay ningún interruptor que puedas presionar para convertirte instantáneamente en un hombre diferente.
Hay todo un proceso para convertirte en tu mejor versión. Un proceso que solo tú puedes recorrer. Un proceso necesario y vital. Nadie puede hacerlo por ti.
Tienes que hacer el trabajo pesado.
Lo que repasaremos en este artículo son principios que muchos hombres aplican en sus vidas y les permite experimentar niveles más altos de satisfacción, felicidad y éxito.
Y te lo adelanto, no son principios fáciles de aplicar, pero una vez que los conozcas e interiorices en tu vida, esta empezará a transformarse.
Hoy veremos 3 formas en las que podemos empezar a mejorar tu vida rápidamente y ser tu mejor versión.
Si estás aquí es porque quieres un cambio en tu vida, alcanzar tus metas y dejar atrás todo aquello que te limita y debilita, estos 3 principios son la forma idónea de adueñarte de tu vida y llevarla por el camino que realmente quieres.
Asume la plena responsabilidad de tu vida
Cuando las cosas no funcionan como queremos, somos rápidos para culpar, no importa a quién, cualquier persona o cosa son válidas para justificar tu falta de éxito.
Lamento tener que ser yo quien te diga esto: solo hay una persona que es responsable de tu vida, ¡y esa persona eres tú!
No es tu jefe, ni tu pareja, ni tus padres, ni tus amigos, ni tus clientes, ni la economía, ni el clima, ni el presidente… ¡Tú!
Si, lo sé: da miedo.
Pero si reflexionas un poco sobre esto, ser responsable de tu vida es altamente liberador.
El día que dejes de culpar a los demás por todo lo que sucede en tu vida, empiezas a ver tu vida desde una nueva óptica.
Asumir la responsabilidad de tu vida es hacerte cargo de la misma, es ponerte en el camino hacia tu mejor versión.
En lugar de ser una víctima de las circunstancias, obtienes el poder para crear tus propias circunstancias o, al menos, el poder para decidir sobre cómo vas a actuar frente a lo que te sucede.
Como resultado de esto, ya no importa lo que suceda en tu vida, importa más la actitud que adoptes ante la situación.
Si culpas a los demás por lo que está sucediendo en tu vida, estás entregando tu poder a las demás personas. El problema de esta estrategia es que ellos no pueden mejorar tu vida, tú sí.
Si asumes la responsabilidad de tu vida, asumes también el poder de cambiar las cosas que no te gustan de tu vida.
Si no te gustan tus resultados que has obtenido hasta ahora, empieza a cambiar tu input mental, es decir, tus pensamientos, emociones y expectativas.
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Deja de quejarte
¿Te quejas mucho?
Lamento decirte que has perdido gran parte de tu vida.
Quejarse es absolutamente inútil, no te beneficia en absoluto. A ti no te sirve, a tus amigos o familiares no les es de utilidad, y aquellos que no te quieren se regocijarán en lo miserable que se hace tu vida por la queja.
Así que, en lugar de quejarte de algo, pregúntate: ¿cómo puedes mejorarlo?
¿No estás contento con tu peso?
Comienza a caminar media hora al día, haz ejercicio con mayor regularidad y come más sano.
¿No tienes tiempo para seguir tus sueños?
Levántate una hora antes, duerme un par de horas más tarde
¿No estás contento con tu vida?
Deja de culpar a tus padres, a tu jefe, al gobierno o a la economía y asume la responsabilidad, buscando y evaluando opciones de mejora.
Para de quejarte. Para de culpar a factores externos por no vivir una vida satisfactoria. Comienza a hacer tus sueños realidad. No será fácil, pero definitivamente será realizable.
Deja de quejarte de “las circunstancias” y comienza a crear tus propias circunstancias. Muchos hombres lo han hecho antes que tú, así que tú también puedes hacerlo.
Toma tus propias decisiones
¿No es fascinante cómo algunas personas saben exactamente lo que tú debes hacer en cada situación por la que atraviesas?
Siempre están listas para darte sus sabios consejos, incluso cuando no se los pides.
Y no se trata de evaluar si sus consejos son buenos o malos. Se trata de ver qué tan congruentes son con lo que predican.
Una persona obesa que te asesora sobre una alimentación saludable. Una persona en bancarrota que te asesora sobre finanzas. Alguien cuya vida familiar es un desastre y te aconseja cómo llevar tu vida en pareja.
Y la lista continúa.
Quizá el consejo más poderoso que puedes tomar de estas personas es: haz todo lo contrario de lo que hago.
Pero no te confundas, hay una cosa que está clara:
Tienes que tomar tus propias decisiones.
Lo que funciona para otras personas no está garantizado que funcione para ti, y es posible que tengas que modificarlo de acuerdo a tu personalidad, hábitos y tu situación particular.
Tú tienes la mejor información sobre tu vida y sabes mejor que nadie lo que funciona para ti.
Si te dejas guiar por las decisiones, expectativas o deseos de otras personas, que te no sorprenda que termines viviendo una vida que no es la tuya. Una vida donde que no seas capaz de dirigirte porque no estás aprendiendo de tus propias decisiones.
Tomar decisiones te lleva a aprendizajes profundos. Lecciones que están reservadas para ti.
Si, puedes equivocarte, puedes cometer errores, puedes creer que era por allí, pero en realidad no lo era.
Te equivocarás, pero al menos lo harás a tu manera y no a la manera de otras personas.
Tus decisiones no siempre serán perfectas, y no tienen que serlo, pero como mencionamos, es mucho mejor cometer tus propios errores y aprender de ellos, que hacer siempre lo que otras personas quieren que hagas.
Tomar tus propias decisiones es la mejor forma de construirte a ti mismo.
