Estamos tan acostumbrados a la comida chatarra, a perder el tiempo en redes sociales, a distraernos con videojuegos, a no dar más ni hacer más, y creemos que esa es la vida a la que debemos aspirar.
Estamos tan acostumbrados a esta configuración predeterminada que, miramos como raro a aquellos que hacen algo diferente con sus vidas.
Dominar tu camino como hombre no debería ser visto como algo opcional, como algo que sería bueno si lo haces, sino como una responsabilidad, tu mayor deber como hombre.
Y esta responsabilidad comienza cuando escuchamos, entendemos e interiorizamos ciertas ideas que nos ayudarán a lo largo del camino.
Y de esas ideas hablaremos en este video.
Prioriza tu condición física
¿Te has dado cuenta de lo bien que te sientes después de hacer ejercicio?
La sensación de satisfacción viene del aumento de la circulación de la sangre en tu cuerpo, está distribuyendo eficazmente los nutrientes y el oxígeno por todo el cuerpo y la cara.
Y priorizar tu condición física te da esa satisfacción, ya sea yendo al gimnasio, corriendo o practicando un deporte, incorporando la actividad física en tu rutina diaria.
Priorizar tu condición física tienen un gran impacto en tu confianza y bienestar mental.
Establecer metas de acondicionamiento físico y seguir una rutina de ejercicio regular, puede mejorar apariencia física y salud en general.
Deja de beber alcohol. El alcohol es una sustancia peligrosamente adictiva, pero a la sociedad le gusta fingir que no lo es.
Considera como la televisión y el cine retrata las bebidas alcohólicas. Muchos personajes son interesantes, divertidos, sarcásticos, intelectuales, pero alcohólicos y muy funcionales, sus adicciones sólo lo hacen más adorables o interesantes.
Es literalmente un veneno, por eso te sientes tan mal después de beber.
Cuando dejas de beber, experimentas una restauración gradual de tu piel, el ligero enrojecimiento y coloración amarillenta desaparecen. Te verás y sentirás más saludable y restaurado.
Ten un fuerte sentido de propósito
Tener un fuerte sentido de propósito es crucial para crecer en el largo plazo.
Como hombre se trata de comprender lo que quieres lograr en tu vida, qué tipo de persona quieres ser y alinear tus acciones y decisiones con tus valores.
Así que, primero tómate el tiempo para reflexionar sobre tus valores, qué es importante para ti, qué defiendes, qué guía tus decisiones y acciones, qué no permites ni quieres en tu vida.
Una vez tengas clara la comprensión de tus valores, puedes establecer metas que se alineen con ellos.
Tus metas debes ser específicas, medibles, alcanzables, relevantes y con una fecha límite.
Anótalas y elabora un plan para alcanzarlas, este simple ejercicio te da un fuerte sentido de dirección y motivación para ir tras ellas.
De pronto tienes una misión para tu vida, una visión de lo que quieres, te es más sencillo tomar decisiones y dejar malos hábitos, ahora existe una razón por la que haces lo que haces.
Tener un sentido de propósito te brinda lo más importante que puede desarrollar un hombre: responsabilidad sobre sus acciones y decisiones.
Estás aprendiendo a rendir cuentas por ello, más que ante otros ante sí mismo.
Y un verdadero hombre es aquel que acepta su responsabilidad y está dispuesto a enfrentar las consecuencias de las mismas.
Invierte en tu desarrollo personal
Es importante sumergirte en este proceso constante de desarrollo personal, siempre optimizando lo que haces bien y reduciendo lo que te limita y te lleva en sentido contrario.
No buscamos que seas perfecto, “un hombre auto-superado” que se considera superior a otros, eso es basura que no te llevará a ningún lado.
Lo que buscas es una simple filosofía de vida: hoy mejor que ayer y mañana mejor que hoy.
Cualquier cambio o avance positivo, por más pequeño que sea, vale y mucho, sobre todo en el largo plazo.
Lee más seguido. Participa en conversaciones estimulantes. Practica ciertos ejercicios para desarrollar un pensamiento crítico. Tómate el tiempo para mejorar en tus habilidades tanto personales como profesionales. Aprende a comunicarte de una manera más efectiva.
El simple hecho de elegir frecuentemente leer un libro que ver una película repetida. Tomar esa clase que te ayudará profesionalmente a jugar a un videojuego que ya terminaste, serán decisiones que a largo plazo te transformarán profundamente.
Cambia un hábito
Nos dejamos seducir por los resultados inmediatos. Ignoramos las consecuencias futuras. Eso nos lleva a adoptar comportamientos nocivos a largo plazo, pero que se sienten bien en el momento.
Nadie comería una hamburguesa doble si con cada bocado aumentarías 1 kilo.
El problema es que la hamburguesa esta tan buena (placer inmediato) en el momento y subir de peso por comerlas todos los días (consecuencia a largo plazo) no se hacen presente hasta pasado un tiempo.
No todo son malas noticias. Podemos usar este mecanismo de la mente a nuestro favor, trayendo al presente los beneficios futuros de crear un nuevo hábito mediante la visualización.
Si eres capaz de imaginarte a ti mismo y cómo mejorará tu vida gracias a ese nuevo hábito, estarás motivado a cambiar, tendrás menos resistencia a hacerlo.
Así que invierte 5 minutos, acostado en tu cama antes de dormir para verte a ti mismo con ese nuevo hábito en tu vida.
Y no sólo visualices tu objetivo logrado, también visualiza el proceso que te permitió lograrlo.
Imaginarte lo bien que estas acciones te hacen sentir, logra que asocies esas actividades que hoy no te gustan con la satisfacción de haber conseguido tu objetivo.
Poco a poco estas actividades dejarán de ser “dolorosas” y pasarán a ser gratificantes y placenteras.
Mantén el autocontrol
Nuestra sociedad se rinde ante la autocomplacencia y comodidad.
La idea de controlarse a uno mismo en una sociedad que trae como bandera “haz y piensa lo que se te dé la gana” suena primitiva.
Esta es la razón por la que muchos hombres de hoy son tan débiles.
Piensa en la vida, un hombre promedio va a trabajar de 9 a 5, llega a casa, come lo que pueda, mira Netflix o juega videojuegos por 2 o 3 horas.
Antes de dormir mira su teléfono deslizando el dedo por la pantalla una y otra vez hasta ver algo que le mueve un poco.
Se queda dormido y al día siguiente repite el mismo ciclo.
Es obvio que se sentirá atrapado, pero intenta ignorarlo. Cree que necesita más. Más comida, más publicaciones, más videos, más videojuegos, más y más.
Consume supuestos tratamientos que nunca le dan la cura, solo placebos, solo distracción.
Cuando careces de falta de control te conviertes en un títere que puede ser engañado con respuestas falsas, creerá que necesita una novia, más dinero, un abdomen marcado para ser feliz.
Alguien sin control es como una casa sin muros, cualquiera puede entrar y salir y llevarse lo que quiera
Es fácil dejarse llevar. Es fácil sentarte y perderte en tu teléfono sin hacer nada. Es fácil sentarte por 3 horas frente al televisor y acabar con nada.
Aprende a apreciar lo incómodo, de lo que otros huyen, al principio será doloroso, pero si lo sigues haciendo, por una semana, dos semanas, un mes, seis meses, un año, tu autocontrol se fortalecerá.
Llegarás a un punto en el que tus rutinas se convierten en tu estilo de vida, donde te riges por lo que has decidido añadir y quitar de tu vida, no por lo que otros te han empujado a consumir y hacer.
Una vida que se rige por lo que te permite crecer y mejorar como hombre, y no por lo fácil, placentero o inmediato.
Una vida donde disfrutas de una libertad de ser dueño de ti mismo.